Tratamiento de los olores - Pulverización fina a baja caudal
El tratamiento de los olores exige pulverizaciones muy finas sobre grandes superficies para actuar y absorber los olores causados por las partículas y los gases. Con todo, el volumen global necesario para la pulverización tiende a ser escaso. BETE comercializa un gran número de boquillas a baja presión que producen estas pulverizaciones sutilmente atomizadas. Pero en algunos las boquillas no pueden producir el nivel requerido atomización a la producción disponible.
El problema es que las boquillas a presión directa dependen de la energía cinética del fluido para romper el líquido en finas gotitas. Como la energía interna del fluido es tributaria de la presión y del caudal, no hay simplemente ningún medio para las boquillas a presión directa de formar por muy finas gotitas bajo algunos caudales. Si el caudal no es adecuado, será necesario orientarse hacia las boquillas de atomización (con contribución de aire).
BETE fabrica una gran variedad de boquillas a presión directa a baja caudal que convienen para las aplicaciones de tratamiento de los olores pero los aerosoles funcionan muy a baja caudal produciendo una pulverización muy de finas gotitas. Para más detalles por el funcionamiento de estos dos tipos de boquillas, quiere consultar las rúbricas técnicas mediante la carta gris a la derecha de esta página